viernes, 4 de marzo de 2016

Algunas ideas a partir del Curso de Introducción sobre Políticas Urbanas en el mercado Isidro Fabela (parte 2).

Por El Tlacuachón.

Respecto al Curso de Introducción a las Políticas Urbanas en el mercado  Isidro Fabela de la colonia Carrasco el pasado sábado 1 de agosto se mencionó que la Ley de Participación Ciudadana contempla 12 figuras jurídicas que permiten cierto nivel de participación de la gente en temas públicos tales como el Plebiscito, el Referéndum, la Iniciativa Popular, la Colaboración Ciudadana, la Asamblea Ciudadana, entre otras. Sin embargo se dice que la ley pone serios obstáculos a la participación ciudadana  ya que no obliga a las autoridades a que estos ejercicios sean vinculantes, es decir que lo que exprese la gente a través de estos ejercicios sea de cumplimiento obligatorio para la autoridad. Se dice que los representantes vecinales exigen la aplicación de un presupuesto participativo y están obligados a rendir cuentas. En todo caso sería importante que los ciudadanos  aprendan a hacer contraloría social, es decir crear mecanismos de vigilancia de cómo se gastan las autoridades el dinero público, si siguen la ley en sus autorizaciones de obras y como ejecutan la obra pública. Quizás la ciudadanía podría apropiarse de algunas figuras jurídicas de participación para exigir a los gobiernos en turno que la tomen en cuenta.

Finalmente en el tema de la gentrificación se le definió como el proceso de expulsión de una población originaria de un barrio, generalmente de condición económica popular, y su gradual sustitución por una clase con mayor nivel económico en un territorio urbano específico. Se señaló que los procesos de gentrificación suelen darse en zonas de la ciudad que experimentan grandes procesos de intervención urbana o megaproyectos impulsados por los gobiernos en asociación con grandes empresas (asociaciones público-privadas) como la renovación de los Centros Históricos de las grandes ciudades latinoamericanas. 


Algo interesante de la gentrificación es que suele darse por la presión hacia cambios en los usos de suelo generando una revalorización del suelo y un encarecimiento de los servicios en el barrio que presiona a la gente de más bajos ingresos a vender sus casas e irse. En este punto se podría explicar desde la Teoría de la Brecha de Renta que parte de calcular la diferencia entre el valor real del suelo (el que tiene en este momento por ejemplo por uso habitacional)  en una zona determinada y cuanto es el valor potencial de ese mismo suelo en caso de que se autorizará otro tipo de actividad económica en la zona, que generalmente debe estar bien ubicada en la ciudad.

Entre más grande sea la brecha (diferencia) entre el valor real y el valor potencial de suelo, sería mayor la tasa de ganancia que podría obtener una inversión inmobiliaria de ahí que para los grandes empresarios que invierten en proyectos urbanos la Teoría de la brecha de Renta sea un elemento importante para definir los barrios candidatos a ser intervenidos y gentrificados.  Los vecinos y vecinas asistentes al curso se llevaron algunas inquietudes pero se acordó preparar nuevos materiales de estudio para que los vecinos puedan con ayuda de sus familias ir entendiendo mejor como se implementan las políticas urbanas en los distintos barrios.

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