El colapso ambiental de la CDMX tiene sus culpables

Por El Súper.

En marzo pasado, el valle de México se enfrentó con una inusual serie de ventiscas que tiraron algunos anuncios espectaculares, y arrancaron algunos árboles. Se reportaron daños materiales y varios lesionados, pero hubo algo positivo de dichos vientos. El aire de la ciudad de México pasó de un café característico, a un cristalino cielo azul. Sin embargo, pasó algo insólito, pues tan sólo dos días después de la limpia, tuvimos que enfrentarnos con una contingencia ambiental sin precedentes.

Derivado de esto, el gobierno de la Ciudad de México ofreció un servicio gratuito del Sistema de Transporte Colectivo Metro, y puso en operación la Fase I de la contingencia ambiental. Ahora, como medida de corrección, los automovilistas enfrentan un programa Hoy No Circula más riguroso.

El descontento no se ha hecho esperar, pues los automovilistas ya enfrentaban un nuevo reglamento de tránsito, y ahora, de entre ellos, los que tienen engomado 0 y 00, deben someterse al programa HNC; así como también los motociclistas.

El autor de este artículo considera que los límites de velocidad deben ser rigurosos para evitar accidentes de tránsito, y sobre todo para proteger a los peatones, quienes son los verdaderos dueños de la vía pública. También pienso que deben existir medidas para disminuir las emisiones atmosféricas que causan los vehículos, y que se debe de fomentar que cada vez se utilice menos el automóvil particular y más el transporte colectivo. Pero también considero que las políticas actuales contra la contaminación y los accidentes vehiculares han contribuido a que los problemas se agraven antes de mitigarse, y en esto tienen que ver tanto el libre mercado, como su prima hermana - la corrupción -.

1° Strike.

Desde que en verano de 2014 Mancera anunció que se llevaría a cabo un programa HNC sabatino para autos con antigüedad mayor a 15 años, muchos automovilistas con pequeños negocios -sobre todo quienes trabajan en mercados- pegaron el grito en el cielo. Analistas de diferentes ramos no tardaron en asegurar que dicha medida traería la necesidad de comprar más vehículos, y por consecuencia, empeoraría la situación ambiental. Tan sólo dos meses después, la historia les dio la razón, pues septiembre de 2014 fue el mejor mes en cuanto a venta de vehículos en el país en un transcurso de 10 años, según reportó la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) http://www.jornada.unam.mx/2014/10/07/opinion/006o1eco.

2° Strike.

A finales de 2015, se puso en marcha un programa de foto-multas para disminuir los accidentes vehiculares, lo que vino de la mano con el cambio al reglamento de tránsito. Otro golpe para los automovilistas pequeñoburgueses que están acostumbrados a romper las leyes y que dan prioridad a su vehículo y a su trabajo antes que a las vidas humanas. Aunque como ya he mencionado, estoy a favor de que se respeten los límites de velocidad, las multas no me parecen el mejor método para concientizar a los conductores para hacerlo, y peor aún, dicho programa de foto-multas ha beneficiado a la empresa privada Autotraffic; es decir, que esto también se implementó para favorecer al capital privado. http://www.jornada.unam.mx/2015/12/31/capital/026n1cap

Ante esto, investigadores de la UNAM aseguraron que la disminución en la velocidad de los vehículos agravaría el problema de las emisiones ambientales, lo cual parece haberse confirmado ya. http://aristeguinoticias.com/3003/mexico/limites-de-velocidad-en-cdmx-y-el-aumento-de-la-contaminacion-articulo-de-luis-mochan/

3° Strike.

Existe un factor que se ha sumado a la larga lista de causas permanentes que agravan la situación de la contaminación atmosférica del valle de México. Antes de esto, ya existían las fábricas que siguen contaminando, a pesar de que cada vez hay menos industria manufacturera en lo general; los microbuses y camiones que no son regulados, por ser concesionados a compadres de funcionarios y figuras de la política; los vehículos de carga, que una buena parte de ellos emiten una gran cantidad de partículas al aire. Pero además de todo esto existe un elemento que posiblemente no sea tan fácil de asimilar, pero que al autor de este artículo le parece una situación lógica.

Uber es una empresa alemana que tiene presencia en todo el mundo y que de alguna manera ha sido muy bien recibida por la mayor parte de los usuarios de transporte en todos los países a los que ha llegado. En México no ha sido la excepción, pues ha resultado una gran alternativa al taxi, que regularmente ofrece un mal servicio y es caro. Sin embargo, al volverse un negocio sumamente lucrativo, y en el que las regulaciones fiscales se reducen de manera considerable, Uber ha sido aprovechado por muchas personas con alto poder adquisitivo y “espíritu emprendedor” para hacerse de flotillas completas de vehículos que, en lugar de ir de un punto A a un punto B, y de regreso, como es el caso de los autos particulares, ahora, al igual que el transporte colectivo, se dedican a quemar combustible constantemente por toda la ciudad en espera de clientes.

La empresa Uber no publica datos sobre la cantidad de conductores que usan su aplicación, aunque indica que a mediados de 2015 contaba con más de 40 mil socios en el país1 (los socios no son lo mismo que conductores, pues un socio puede ser dueño de varios vehículos y emplear a varios conductores), de los cuales se puede suponer que la inmensa mayoría corresponden a la ciudad de México. Este no es un dato contundente para culpar a Uber de aumentar la circulación de vehículos de manera significativa, pero es sumamente probable que el incremento reciente de 2014 a 2016 en cuanto a venta de vehículos tenga algo que ver con una nueva forma de hacer negocio con la compra de automóviles.
1 http://eleconomista.com.mx/tecnociencia/2016/03/12/uber-exprime-sus-socios-ser-lider

En enero de este año, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) reportó un incremento histórico en la venta de autos en 2015 http://eleconomista.com.mx/industrias/2015/06/02/venta-autos-perfila-record-historico.

Asímismo, la AMDA ha comentado que planea vender para los próximos 3 a 5 años, 1.8 millones de autos nuevos http://www.publimetro.com.mx/economia/industria-automotriz-impone-cifras-record-en-2015-amda/mokc!bAh8w2Fxs6RRI/. Y aunque estos datos corresponden a toda la república mexicana, y no a la ciudad de México, es muy probable que un porcentaje importante corresponda a nuestra ciudad, pues estadísticamente nos encontramos en la zona más habitada del país.

Como podemos ver, las medidas de mitigación de emisiones no han funcionado, sino que han empeorado, y cualquier programa que ha querido implementar el GDF para promover la disminución en el uso de automóviles tampoco ha funcionado, sino que ha favorecido a la industria automotriz en México.

  

Desde hace años, las organizaciones que luchamos en contra de los megaproyectos y las ZODES, hemos advertido de los problemas ambientales y de movilidad que enfrentaría la ciudad de México si se continuaba con las grandes construcciones y con la política de redensificación del espacio urbano, y que la gran mayoría de los habitantes sufriríamos las consecuencias de este tipo de expansión del gran capital, mientras que los dueños de las inmobiliarias y constructoras serían los únicos beneficiados.

Sabiendo todo lo anterior, es importante recalcar que el libre mercado no resuelve los problemas que él mismo genera, sino que en el mejor de los casos mitiga sus efectos, pero además, normalmente los empeora.

Para poder hacer frente a esta situación, no basta con reproducir la idea de que todo es culpa de la sobrepoblación, sino que se requiere de un cambio radical en el uso del espacio de la ciudad y el Estado de México, y eso únicamente se podrá lograr con una organización popular amplia.